Colocar la harina en una supericie plana; en el centro romper los huevos, salar, añadir el aceite y 100 ml de agua; amasar con fuerza; la masa tiene que resultar lisa y elástica. Extender la masa; cortar unos cuadritos de unos 10 cm por lado y tirarlos en el agua salada hirviendo durante 1 minuto. Recogerlos en una sopera de agua fría, colarlos y extenderlos. Para el relleno, licuar el queso gorgonzola, luego reducir la velocidad y añadir la ricota. Si necesario, salar y pimentar. Distribuir la composición con una cuchara y con la manga de pastelero, en la masa cocida y enrollarla. Derretir, en el hornillo a fuego suave, en una ollita el queso gorgonzola con la mantequilla. Dorar la mantequilla en una sartén y cocinar los canelones 1 minuto por lado para dorarlos. Colocar en el fondo de cada plato dos cucharas de queso gorgonzola fundido y luego colocar tres canelones por persona.